Víctor Monge "Serranito", guitarrista y compositor

Se inició en el flamenco por amor, se curtió acompañando el cante de grandes figuras, y en los años 70 revolucionó la guitarra flamenca, colocándola en el papel solista. Ha recorrido todo el mundo con su guitarra.

17 mar 2006

Víctor Monge "Serranito"

Se inició en el flamenco por amor, se curtió acompañando el cante de grandes figuras, y en los años 70 revolucionó la guitarra flamenca, colocándola en el papel solista. Ha recorrido todo el mundo con su guitarra. Cuesta encontrar un país o lugar en el que no haya sacado su guitarra. Tras una larga trayectoria de éxitos y reconocimientos, en abril comienza la gira de "Sueños de Ida y Vuelta", en la que Serranito interpreta sus propias creaciones acompañado por la orquesta de cámara cubana Camerata Romeu.

¿Cómo se llega hasta donde tú estás? ¿Hay un método de trabajo, es solo inspiración…?

Los flamencos somos un poco extraños en ese aspecto, pero siempre hay un método de trabajo. En la actualidad, lo que mejor me va es la mañana, porque estoy más despejado y tengo más ideas. Hace años era todo lo contrario, por la noche. El método es estudiar, trabajar cuando no te apetece o cuando se te ocurren ideas o estas leyendo y se te ocurre algo y esa idea la intentas plasmar. Tiene que haber inspiración, pero también hay que buscarla con el trabajo.

¿Quiénes han sido tus maestros?

Aunque soy muy autodidacta, la huella de la anterior generación, sobre todo, es de la que más he aprendido. Recuerdo con gran cariño a Niño Ricardo, Ramón Montoya, Sabicas… Fueron mis maestros, sin dudarlo. Son la gente a la que yo podía escuchar ya porque empezaban los medios, porque directamente los escuché poco. También he aprendido de todos aquellos que me rodeaban, todos los compañeros, unos mejores, otros peores, pero yo he aprendido de cualquiera y sigo aprendiendo de cualquiera.

¿Es necesaria la escuela del acompañamiento al cante?

El acompañamiento al cante es la universidad de cualquier guitarrista que quiera aprender a tocar la guitarra. No solamente es tocar la guitarra, sino también saber lo que tocas. El flamenco tiene, sin duda, sus raíces en el cante y si tú no aprendes el cante y aquellos cantaores, difícilmente vas a plasmar en tu música y con tu guitarra algo que tenga raíz de verdad. Y si no tiene raíz, no hay pureza, no hay nada.

Paco de Lucía, Manolo Sanlúcar y tú renovasteis la guitarra hace treinta años y le abristeis el camino como solista, ¿ha habido nueva revolución de la guitarra? ¿La habrá?

Ya la ha habido, sin dudarlo. Siempre va habiendo avances, siempre y cuando se preocupen por las raíces. Hay una juventud extraordinaria. Así como nosotros aprendimos de nuestros mayores, hay otra generación que ha aprendido de nosotros y ya existe otra más que está aprendiendo de los que aprendieron de nosotros. Es la mejor herencia que puede quedar y el paso ya está dado.

"Pureza la tiene todo aquel que esté diciendo lo que siente. Lo importante es que lo diga bien".

Además de la gira, ¿en que estás trabajando en la actualidad? ¿Estás grabando, componiendo…?

Siempre estoy componiendo, pero ahora, con la preparación de la gira, es más difícil porque no tengo tanto tiempo. Y hay que darle tiempo al tiempo, porque en la creación hay que crear cada vez una música que no se parezca a lo que has hecho antes, y en el flamenco eso es difícil. Tiene un mérito añadido que no todo el mundo lo sabe apreciar. Para los oídos poco refinados, que no lo conozcan profundamente, siempre tendrá la sensación de que es lo mismo o muy parecido. Sin embargo, para nosotros, cuando lo creamos, es muy diferente, no tiene nada que ver.

¿Cuándo te sientes más cómodo? Componiendo, tocando…

Para mí lo ideal es la composición pero luego también exponerlo, porque en el flamenco es muy difícil que nuestra obra pase de unas manos a otras. Casi siempre ocurre a través del oído. Cuando tú la has ejecutado y ha tenido éxito, es cuando la toca gente más joven.

¿Cómo ves actualmente el panorama flamenco?

En el flamenco actual hay muy buenos artistas y además está cambiando mucho. Ha evolucionado mucho en sus formas de expresión. En la guitarra, hace quince años me parecía que los demás sonaban todos muy parecidos, pero hoy ya en día ya están muy definidas las personalidades de los más jóvenes que nosotros y además con gran calidad y categoría artística.

Pero el cante, para mí, se está perdiendo, porque se están olvidando las raíces. Es muy importante conocer los cantes tal y como son y, a partir de ahí, ejecutar y evolucionar tú, y eso es quizá lo que no existe. Se hace mucho estribillo, siempre muy bien hecho, eso sí, que son más fáciles de expresar, mucho tango, mucha bulería. Hay que basarse en la raíz para crear. Hay gente que la guarda como un verdadero tesoro, Morente, por ejemplo, canta muy actual, pero está recordando siempre los cantes tal y como han sido. Por eso es un fenómeno.

¿Y la fusión?

La fusión ha existido siempre en el flamenco. El mismo flamenco es una fusión. No sabemos exactamente de dónde viene, es una forma de sentir y vivir. La vida social no es la misma que la de hace 50 años, por lo tanto no hay que expresar las mismas cosas. Por eso no le quito ningún mérito a algo nuevo que va surgiendo. Tiene tanto mérito como lo otro, lo único que hay que hacer es preservar la raíz, para que tenga más profundidad, que no pureza. Pureza es todo aquel que está diciendo lo que siente, lo importante es que lo diga bien. Como en cualquier tipo de música hay que conocer bien la base y, a partir de ella, crear.

"Serranito"
Foto: Alberto Shommer

Has tocado prácticamente en todo el mundo, ¿cómo es la afición fuera de España?

Me he dado la vuelta al mundo ya más de dos veces, repitiendo en muchos sitios. Mira, en China no he tocado aún.
El flamenco es una música tan grande y tan bonita que gusta en todos los sitios. En todos los países a los que yo he ido se ha recibido muy bien. No solo la guitarra, hasta el cante, ¡si no entienden la letra! Y con el baile se desarman. El público en cualquier parte del mundo se vuelve loco con el flamenco. Además, hablas con un músico de jazz y se vuelve loco al escuchar flamenco, y hablas con un músico clásico y reconoce la belleza de esa música en la que se ha inspirado tanta y tanta gente. Merece más sitio del que se le da.

Estados Unidos y Japón tienen fama de tener mucha afición flamenca, ¿cómo lo ves tú que has tocado en ambos países?

En EE.UU. no es que haya mucha afición, lo que pasa es que hay mucho latino y el flamenco más actual es muy rítmico y al latino todo lo rítmico le gusta. No tiene público anglosajón, es público latino. Y en Japón sí hay verdadera afición, aunque ha disminuido algo.

¿Próximo proyecto, aparte de la gira con Camerana Romeu?

Ahora estoy repasando libros de flamenco, apuntando lo que más me gusta, porque ya pronto tendré que utilizar todo lo que he aprendido para enseñarlo, para dar conferencias.

¿Un libro quizá?

¿Por qué no?

¿Cómo es eso de que llegaste al flamenco por amor?

Con doce años iba con mi padre a festivales a cantar tangos argentinos y conocí a una niña que bailaba flamenco y dije: ¡esto es lo mío!, y por ese motivo empecé a estudiar flamenco, para ser yo el que le acompañara con la guitarra.

fuente: http://www.esflamenco.com/scripts/news/esnews.asp?frmIdPagina=334

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