No-do

Como medio de propagación del régimen franquista nació el NO-DO, noticiario adoctrinador de obligada emisión en los cines antes de la proyección de las películas. Elio Quiroga juega con este hecho recreándose con los misteriosos "NO-DOs secretos", grabaciones del régimen y el Vaticano de sucesos milagrosos e inexplicables que tenían la intención de convertir a España en el centro de peregrinación de la cristiandad pero que, por alguna extraña razón, han permanecido ocultas al público.  El presente real de la película se sitúa en la actualidad, Francesca (Ana Torrent) es una joven pediatra que se muda con su marido (Francisco Boira) a una solitaria y carcomida casa de campo para intentar olvidar y encontrar una nueva senda que marque sus vidas. Una vez en su nuevo hogar, Francesca padecerá una serie de visiones tenebrosas que nublaran su cordura, su única meta consistirá en resolver el enigma que encierra la casa. La trama no destaca por su originalidad, una pareja en una casa solitaria, apariciones fantasmales, niñas diabólicas, una mujer sola ante el peligro... son sintonías que ya hemos escuchado. El gran merito de la cinta es que sabe jugar con todos estos elementos hasta el punto de fabricar una historia convincente. Tampoco pretende quedarse en el aire, Quiroga ha sabido dar un toque de distinción a la película, sabiendo conjugar a la perfección una historia muchas veces vista a otra novedosa, la miscelánea del franquismo, la Iglesia Católica y los hechos paranormales.

Junto con este buen guión -perdón que me repita pero hace mucho tiempo que no puedo escribir esto de una película de terror- encontramos a Ana Torrent ("Tesis") en el papel protagonista, ella sola se basta para llenar la pantalla y acercar la historia al espectador. Todo lo contrario pasa con su marido (Francisco Boira) al que no me creo nada de lo que dice, una pena. El ritmo es el adecuado, en la parte central decae para luego recuperarse en la parte final cuando Ana Torrent encuentra a otro personaje de su talla, el padre Miguel (Héctor Colomé) que será el encargado de ayudar a Francesca a encontrar las oscuras respuestas.

Con una gran dirección, unos efectos especiales, un uso del tiempo y una fotografía e iluminación dignas de mencionar encontramos una válida película de terror, con un déficit de tensión y horror, pero con una historia coherente y una Ana Torrent esplendida.

Critica de "No-do" publicada el 2009-06-08 en http://www.muchocine.net
Miguel de Diego

Tras llevarnos a un futuro post-apocalíptico en "La hora fría", Elio Quiroga nos invita a descubrir los secretos que ocultaban las grabaciones de la herramienta comunicativa del franquismo, con un resultado no demasiado atractivo.

El canario Elio Quiroga es uno de esos directores necesarios en cualquier filmografía que no pretenda ─o no consiga alcanzar─ los estándares industriales de monstruos comerciales como la maquinaria de Hollywood. Sin hacer demasiado ruido, y sin que la calidad de sus propuestas destaque con especial relevancia en su conjunto, el joven cineasta va conformando poco a poco una trayectoria aún escasa ─tres películas y dos cortos en doce años─ pero que trata de revolver o, al menos, desempolvar, temas prácticamente intocables o esquematizados de nuestro imaginario cinematográfico. Puede que su nueva propuesta, aunque fallida, suponga el mejor ejemplo.

Francesca (Ana Torrent) y Pedro (Francisco Boira) no están en el mejor momento de su matrimonio. Una tragedia del pasado atenaza su relación, por lo que buscan un cambio de aires y se trasladan a una casa en el campo, apartada de todo. Como es fácil prever, algo no va bien en el edificio. "No-Do" ofrece una vuelta de tuerca al tratamiento fílmico de la guerra civil, fratricidio cuyas heridas están aún ostensiblemente abiertas en nuestra sociedad y al que nuestro séptimo arte recurre una y otra vez con ánimos más o menos contestatarios y reivindicativos. En esta ocasión, no sin una buena dosis de mala leche envuelta en la tétrica ambientación que arropa la trama, Quiroga apunta directamente a la manipulación mediática que la principal herramienta comunicativa del franquismo exhibía de cara al pueblo español con la complicidad y el apoyo de la iglesia católica; jugando con una verdad ya de por sí teñida de leyenda, la grabación de sucesos paranormales por parte de equipos de No-Do durante los años 50 y 60, el cineasta convoca fantasmas materializados y ánimas vengativas que claman desde un limbo que no sabe de fosas comunes.

La reincidencia temática del fantastique patrio de los últimos años sepulta un tanto la propuesta, es indudable, sometida una vez más a la fórmula personaje femenino fuerte + espectro + caserón abandonado, un recurso argumental mejor tratado en proyectos anteriores de la mano de Amenábar o Bayona, de suerte que Ana Torrent se convierte aquí en hermana o heredera de Nicole Kidman o Belén Rueda, beneficiadas aquellas en su caso por producciones más potentes en recursos y puestas en escena; con todo, Elio Quiroga, que vuelve a demostrar sobrada fortaleza en la dirección artística pero falta de brío en la dirección actoral ─correctos Torrent y Héctor Colomé, muy fallido Boira─, se distancia de sus predecesores temáticos en el excéntrico abrazo a las más diversas influencias, desde Lovecraft a las apariciones marianas y la tradición de poltergeists y exorcismos clásicos y recientes. Obvia de principio a fin, incapaz de sorprender a pesar de tratar de guardar más de un secreto, "No-Do" se ahoga en su falta de garra e intenciones, considerándose finalmente como un correcto episodio televisivo de regusto añejo y apariencia actual, que confirma a su responsable como una eterna promesa que no acaba de exprimir todo su potencial tras las cámaras.

Escrito por José Arce el 04.06.09 a las 17:00

publicado en: http://opinion.labutaca.net