La culpa siempre es de otro.

Esta mañana he leído una noticia que no me deja ni indiferente ni perplejo. Se trata de la Ley 22/2013 de Presupuestos Generales del Estado para el año 2014, en la que, gracias a las enmiendas propuesta por el Partido Popular (PP) y aprobadas recientemente por el Congreso de los Diputados, se establece que las personas sin trabajo, que hayan agotado la prestación y los subsidios por desempleo, y que se ausenten del país más de 90 días en un año, perderán el derecho a la asistencia sanitaria. (Olé!!!  como diría un aficionado a los toros, o al flamenco)

Así de sopetón, puede parecer grave, que lo es, pero... poniéndonos en la situación de alguien que ha emigrado y que como mucho viene a España 1 o 2 veces al año (para ver a la familia) porque si no, no vendría ninguna, la verdad es que no es tan grave la cosa. Estas personas, en la mayoría de los casos, han emigrado porque en España las oportunidades de progreso se han reducido considerablemente, y han pensado "pues si en mi país no me dejan progresar, me voy a otro", y muy bien que han hecho.

Pues bien, en ese otro país, seguramente ya estén pagando un seguro médico privado, única forma de tener asistencia sanitaria, pero también estarán trabajando y teniendo un sueldo impensable en España, así que les compensa con creces haber emigrado.  Otra cosa es el emigrante que se va de España sin un plan establecido (a la aventura) y claro, pasa lo que pasa y es lógico, que se tienen que volver a España, más hundidos y más fracasados que nunca. Pero es que el Universo es así, si fuera fácil, todo el mundo sería un triunfador. Sólo los mejores sobreviven, y los mejores ahora no son los más fuertes ,sanos y atractivos (como pasa con el resto de especies animales)  Entre humanos la cosa cambia un poco, aunque no deja de ser también así (sobre todo en los antros, tugurios y bares de copas, que abundan en España, pero esa es otra historia...) .

Como decía, además es necesario tener los conocimientos necesarios y la inteligencia para triunfar. Y los que poseen esas cualidades las han adquirido mediante la educación y el esfuerzo diario, a lo largo de mucho tiempo, con mucha fuerza de voluntad, privándose de cosas que les hubiera gustado hacer, investigando, teniendo curiosidad, haciéndose preguntas, dudando de lo establecido, cuestionado dogmas y creencias, rechazando supersticiones, en definitiva, estudiar... Y es que creer en dioses es la manera fácil y cómoda de ver el mundo, pero también la que menos te ayuda a conseguir el éxito, o sea, a tener una vida en la que disfrutes de cada momento.

Como español que vive en España, no paran de llegarme mensajes de desánimo constantemente, desde los medios de comunicación, internet, comentarios que oyes por la calle, entorno más cercano...  Todo son quejas y reproches hacia otros. La culpa siempre la tiene otro. Yo cada vez que escucho a alguien quejarse por algo pienso... ¿pero tú haces algo porque eso cambie?

Está muy bien eso de quejarse continuamente por todo, es el primer paso para no ser conformista, pero luego hay que actuar. Esta parte es la más engorrosa e incómoda, y la que le cuesta al españolito normal y corriente. 

- Queremos que no nos suban el precio de los carburantes, pero luego vamos a comprar el pan en coche en vez de andar 5 minutos.

- Queremos que no nos suban el precio de la electricidad, pero luego tenemos el televisor encendido todo el día, "es que hace tanta compañía..." o preferimos cepillarnos los dientes con un cepillo eléctrico en vez de con uno manual, no sea que se nos canse la muñeca.

- Nos quejamos del calentamiento global, pero luego no ponemos aire acondicionado en todas las habitaciones, "es que el calor me mata"

- Nos quejamos de lo mal que lo hacen los políticos, pero luego no somos capaces de cambiar una bombilla de nuestro portal cuando se funde. Y es que delegarlo todo en otro está a la orden del día. Pretendemos no hacer ni involucrarnos en nada no sea que tengamos que esforzarnos para conseguirlo. ¡Así nos va!

- Queremos que nuestros hijos sean los más listos de la clase, pero en casa no abrimos un libro. En casa ni en ningún sitio. Cada vez que entro en un vagón de metro, y compruebo que el 90% de la gente está mirando su teléfono móvil (smart phone) como si fueran zombies, tengo claro que esta sociedad no tiene remedio (por lo menos a corto y medio plazo)

Dicho esto, lo que deseo para este año 2014 es que los españoles dejen de quejarse y empiecen a actuar, y esto es un deseo de lo más egoista, porque así no nos amargarán la vida a los demás con sus quejas. Vivir en una sociedad derrotada y pusilánime agota mucho, hasta tal punto de querer emigrar, aun a costa de perder los derechos sanitarios.

Y actuar de verdad no significa ir a manifestaciones como borregos para el día siguiente ir todos al trabajo como corderitos, como si no hubiera pasado nada. O decir que haces boicot a las empresas eléctricas apagando todas las bombillas de casa durante 1 hora, todos a la misma hora (¡no he visto estupidez más inútil en mi vida!)  O haciendo click en páginas que denuncian injusticias (¡como si el hacer click en un enlace sirviera de algo!)

La verdad es que el cambio va a requerir más tiempo del que piensa la mayoría, esa que está deseando que la crisis se acabe, para poder reanudar el estilo de vida que tenía antes y que jamás va a volver a tener. Además, viendo cómo están educando a sus hijos, ese momento de cambio social tardará varias décadas más, si es que llega algún día. Si los que tienen que construir una sociedad culta, con criterio e inteligencia para no ser manipulada,  son los que ahora destrozan el lenguage castellano por "Wasap".... "que Dios nos coja confesados", como diría alguno de los ministrillos que nos gobiernan.