Los problemas de la Inteligencia Artificial en el ARTE.

Gracias a la IA, un profano en pintura y alguien que dibuja como Leonardo Da Vinci, Rafael, o Miguel Ángel, se igualan ante los ojos de quien sólo ve el resultado, y no el proceso de la creación de esas personas. ¿Qué me diferencia a mí, que tengo la IA en mis manos, de esos genios de la pintura de todos los tiempos, o de otros tan grandes, como Velázquez, Goya, o Picasso, se puede preguntar cualquier ser humano en 2024?

La IA genera un profundo daño a estos seres humanos cuyas capacidades artísticas los hacen únicos y se ganan la vida por ello, o mejor dicho, se ganaban la vida, pues ahora con la ayuda de la IA cualquiera puede realizar su trabajo.

Lo mismo pasará con los compositores de música, cuando sean sustituidos por Inteligencias Artificiales que hagan música a partir de composiciones realizadas por ellos. La plataforma Netflix, por ejemplo, obliga a los compositores de música para sus series a firmar un contrato en el que ceden todos sus derechos a favor de la plataforma, de tal modo de que, en un futuro muy próximo, todos ellos serán despedidos. Ya no serán necesarios, pues la IA se encargará de poner música a las producciones que vengan, utilizando el trabajo previo de aquellos. El panorama para todos estos creadores, profesionales y artistas es desolador.

Esta situación generará un desinterés creciente por la creación artística, si los creadores de arte no se pueden ganar la vida creando, no crearán, y preferirán dedicarse a otras profesiones más lucrativas. Por el amor al arte se crea, hasta que empiezas a morirte de hambre. 

La consecuencia directa de ello es la pérdida de la CULTURA (con mayúsculas), de la expresión que nos diferencia de cualquier otra especie en el Planeta que habitamos. De lo que emociona a esa parte del cerebro humano más evolucionada. Sin la CULTURA, nos convertimos otra vez en los animales irracionales que fuimos hace muchos miles de años. 

Este texto ha sido creado por un humano, aunque la fotografía ha sido creada con la ayuda de una IA, que seguramente haya copiado de forma chapucera el trabajo de otro humano.