LAMENTA, CRITICA, LEE, CUIDA, REGALA, UBICA, ADMIRA, MIRA Y OPINA

Siguen abandonándonos grandes personajes de la vida pública y nosotros lamentando su pérdida, como no podía ser de otra manera tratándose de hombres que marcan líneas demarcatorias y trayectorias ejemplarizantes. Esta vez lo ha hecho, nos ha dejado, Juan Antonio Samaranch, un hombre y nombre fundamental dentro del mundo del deporte. Mientras tanto, quién sabe si aprovechando el desconcierto generado y generalizado, algún que otro elemento provinciano, vergonzosamente desinformado, emite solemnes idioteces con peligrosos tintes xenófobos y racistas, y otros (sujetos a sus propios condicionantes políticos), en el colmo de la aporía dogmática o políticamente correcta, son capaces de disculpar, apelando a una interesada tolerancia, precisamente aquello que atenta de raíz contra aquello que dicen defender y que no soportan cuando se presenta metamorfoseado en diferentes máscaras oscurantistas. Parece claro que en esta plaza está realmente difícil que pueda caber un lerdo o un fariseo más. Alguno pensará que no hay por qué preocuparse dado que se cerrará muy pronto. Razón no le falta. Pero pensemos en algo positivo y, aprovechando que hoy se celebra el día del Libro (ayer fue el de la Tierra, me lo ha recordado mi querido Fabio, profundo conocedor y defensor a ultranza del clásico Epicuro, cuya pregnancia ecologista promueve), leamos y leamos hasta que los ojos nos ardan de puro éxtasis, encendidos por vidas y situaciones capaces de transportarnos a otros ámbitos de conocimiento y/o existencia. Regalad, regalad sin recato libros y más libros, hasta que las bibliotecas de vuestros amigos y familiares queden atestadas y les sea complicado encontrar un hueco donde poder colocar el nuevo tesoro que acabamos de ofrecer. Desde luego esto puede derivar en un grave problema logístico, y lo digo por experiencia, pues si no hubiera contado con otras estancias situadas allende el hogar habitual (aunque habituado a semejantes apreturas) difícilmente hubiera podido mantener la considerable cantidad de volúmenes –muchos de ellos esperando mi ávida lectura que me temo no se producirá hasta transcurridos unos años– que he ido adquiriendo con el paso de los años y de entre los cuales, con no poco dolor, he tenido que desterrar algunos, bien por edad bien por evidente deterioro o repetición, pero siempre condicionado por la odiosa falta de espacio físico, lo cual, admitido queda, nunca ha sido para mí un obstáculo insalvable a la hora de plantearme más y más adquisiciones bibliófilas, bien que sí una molestia con que he podido cargar, y sigo cargando, a las personas que me rodean. Tómese toda esta confesión como sucinto proemio a lo que me gustaría plantearos como tarea opiniológica para hoy mismo. No sin antes llamar la atención sobre dos citas ineludibles.

La primera, y más importante, que nuestro admirado y querido Julián López, miembro integrante de Muchachada Nui (qué grandísima temporada han firmado una vez más), estrena su nueva película titulada “Que se mueran los feos”, de la que esperamos muchísimo, atendiendo sobre todo a su propia participación y la frescura irreverente que parece desprender el reparto. Julián también trabajará en el nuevo proyecto de Cobeaga (“Pagafantas”) y tiene también otra película a la vista, lo cual no nos extraña en absoluto tratándose como se trata de un actor con una evidente vis cómica, pero cuyo talento va mucho más allá, dejando entrever siempre una capacidad expresiva y un control gestual de las emociones que estoy seguro acabará explotando en papeles principales que darán mucho que hablar, y para bien. Ahí tenemos un futuro Goya, aviso, y si no ya me lo diréis.

La segunda, y salvando las distancias, se trataría de la  nueva crítica que se integrará en su momento dentro de los Filmolitos, pero que por ahora se atreve a ofreceros una interesante propuesta referida a una ciencia ficción de culto: “Planeta Prohibido” de Fred M. Wilcox. Podréis leerla en Partigi y Facebook. La película en sí puede (y debe) adquirirse sin problemas en DVD, en edición especial para el coleccionista. Esto me recuerda que esta misma tarde me haré con “Hamlet 2000” de Michael Almereyda (el atribulado príncipe danés es interpretado por el gran Ethan Hawke), y con la mítica “El tiempo en sus manos” de George Pal, con un inolvidable Rod Taylor (Los Pájaros) en el papel del esforzado viajero del tiempo. A fin de cuentas, y si lo pensamos detenidamente, todos lo somos, ¿no es cierto?; continuamente sumergidos en recuerdos y proyectándonos hacia un futuro incierto, al que volamos con nuestra imaginación para, un solo instante después, regresar apresuradamente hasta un presente lleno de cauces y posibilidades. Cada uno de nosotros tiene el tiempo en sus manos. Lo difícil consiste en saber exactamente qué hacer con él.

Para ayudar en este último cometido, ¿qué tal si escribimos sobre cuál ha sido el libro que más nos ha influido, o aquel que nos inició en la lectura, o al que profesamos mayor devoción, o sobre el que nos gustaría escribir un ensayo completo, o ese que no logramos encontrar porque no hay ediciones disponibles, etc.? Yo por mi parte lo tengo claro, “20.000 leguas de viaje submarino” de Julio Verne. Me impactó muchísimo y me produjo sentimientos muy contradictorios, siendo como era un niño que albergaba una tremenda inseguridad interior. Ya me está apeteciendo releerla, vaya que sí.

Animaos y haced vuestros comentarios.