EL REAL MADRID TRITURÓ AL MÁLAGA DE PELLEGRINI, Y CONTINÚA SU HEROICA PUGNA CON EL BARCELONA

UNO. Situación previa al partido. Pelle, el Conquistado, que visita el Bernabéu, se ve con ganas y fuerzas de calentar el ambiente diciendo que la suya fue la mejor temporada en toda la Historia del Madrid. Falso de toda falsedad. Su equipo firmó uno de los episodios más bochornosos, eso sí, de la historia madridista cayendo con el Alcorcón en la Copa del Rey (a día de hoy es finalista), y no pasó de octavos de la liga de Campeones (reto hoy ya igualado a la espera del partido de vuelta contra el Olympique de Lyon). Mourinho, muy acertadamente, se lo recuerda y añade algo más que ha levantado mucha polémica al asegurar que si a él acaban echándole del Madrid no entrenaría a un equipo como el Málaga. Mou peca de inocente porque no sabe en que lugar acaba de hacer esas declaraciones, mejor dicho en qué mundo. Porque hoy en día, en la dictadura asquerosa de lo políticamente correcto, emitir un juicio sobre algo equivale para muchos haberlo emitido sobre alguien, colocando de  facto una velada censura a la soberana libertad de expresión. Es decir, si yo me refiero al Málaga como un equipo de segundo o tercer nivel en Europa, que lo es, pues no en vano ocupa las posiciones de descenso en el campeonato nacional, y constato con ello una situación objetiva, entonces sus aficionados se sentirán automáticamente agredidos como si ellos acabaran de recibir dicha calificación, lo que sin duda exaltará sus ánimos y hará que su reacción sea muy agresiva dirigida contra el que en ese momento consideren blanco de sus iras, en este caso el entrenador del Real Madrid. Es algo parecido a lo que ocurre cuando una califica una película o un libro de lamentable, porque lo es , y los sujetos a los que tal obra ha conseguido complacer por las razones que sea se sienten automáticamente insultados al considerar que ese juicio va dirigido expresamente contra ellos. Prueba inequívoca de engreimiento y narcisismo patológico. ¡¡Soy infalible!! De otra forma: lo que me gusta a mí es bueno y lo que no, pues no. Así que cualquier ataque contra lo que a mí me satisface, en lugar de rebatirlo con argumentos, lo atacaré con descalificaciones personales y sin más criterio que el de lograr humillar a mi supuesto contrincante. Mou está comprobando diferentes mecanismos defensivos destinados a salvaguardar la propia autoimagen inmaculada al precio que sea: de aquellos cuyo complejo de superioridad continuo jamás les permitiría contemplar una inferioridad real demostrada con datos objetivos, o de esos capaces de alabar hipócritamente al rival con tal de mantener a salvo el fondo inmaculado de su cósmica vanidad, o de tantos otros cuyo insulto grueso y telebasurero les permite reafirmar su estatus imaginario de poder dentro de una tribu de opacos intereses comerciales. Estrategias que colocan al infractor en el punto de mira de una corriente de opinión sectaria y tendenciosa destinada a operar un desgaste brutal en la víctima, ese ser despreciable que ¡oh impertinencia intolerable! ha osado defenderse habiendo manifestado estados de cosas visiblemente comprobables. No importa. Ya sabemos que los héroes se caracterizan en muchas ocasiones por continuar obcecados con dignidad y sumo arrojo en la lucha contra un enemigo avieso e implacable. Tal vez sea la única forma de conjurar un destino cruel, engrandeciendo la propia figura en el inesperado triunfo (por haber superado la inmensa adversidad) o más incluso en la probable derrota (por no haber desfallecido frente a la gigantesca dificultad). ¡¡Ánimou!!

DOS. Situación de partido. El Real Madrid aplasta, machaca, tritura y destroza a un equipo plagado de suplentes, y que sin embargo se plantó en el terreno de juego con la intención de disputarle la pelota al Madrid y buscar un resultado digno. No lo consiguió. Nuestra joya de la corona, el gran Cristiano, recupera el “pichichi” con tres tantos magistrales y se retira por una leve contractura que tal vez le impedirá disputar el próximo encuentro liguero. Conviene que así sea para darle descanso y no correr ningún riesgo innecesario antes del crucial encuentro contra el Lyon.

TRES. Situación posterior al partido. Jugosísimas ruedas de prensa donde: a) Mourinho se reafirma en sus posiciones previas y se muestra muy tranquilo respecto a su futuro como entrenador del Madrid para la próxima temporada, y b) Pelle, el Conquistado, ahonda más si cabe su desprestigio como entrenador al admitir abiertamente que decidió perder el partido antes de jugarlo. Evidentemente, esto lo dice después de haber encajado siete goles en el Bernabéu, y posiblemente con un doble objetivo: b.1) parapetarse tras una supuesta dejación de funciones para explicar una derrota tan abultada, y b.2) poner en aprietos a Mou teniendo en cuenta los antecedentes del entrenador blanco con relación a estas mismas cuestiones cuando se desató la polémica con Preciado, el depreciado técnico del Sporting. Pelle, el Conquistado, falla estrepitosamente en su estrategia y refrenda su escaso crédito. Un deje nostálgico, un tris apenas perceptible, su imagen resulta tan triste como lamentable: resulta imposible no desear que su equipo se salve.

CUATRO. En otro orden de luctuosos sucesos, el waka Braça las pasó canutas para ganar en Mestalla, cuya metralla no le alcanzó resolviéndole finalmente la papeleta el de siempre, Messi, que parece estar tocado por una suerte fuera de cualquier componenda estadística cabal, habría que llamarla entonces fortuna cabalística. Reitero mi discurso, la Liga es de los shakiros y nuestras opciones reales están en sendas copas que nos aguardan con las asas relucientes. No diré que el compás en el campeonato nacional liguero haya de perderse, por si acaso, pero todos los esfuerzos físicos, psicológicos y estratégicos han de estar orientados hacia esos loados y loables objetivos. Por favor, no continuemos desbarrancando en conflictos temporales o disputas peregrinas (ni pellegrinas), vamos a lo que estamos, sin perder la focalizada y a la vez flotante atención que la ardua tarea nos exige.

CINCO. ¿Más? El Atlético de Madrid sacó un nuevo punto del Coliseum getafense, sin dar muestras claras de recuperación, aunque el hecho de no haber perdido los dos últimos encuentros les da un plus de esa tranquilidad que vienen necesitando como agua de mayo, en este caso de marzo. ¿Hay confabulación interna contra Forlán? Los rumores apuntan en esa malintencionada dirección y Quique ha desmentido cualquier duda al respecto. Pero el mal está sembrado, y solo los jugadores con su actitud en el campo podrán desmentir una aseveración que se nos antoja tan desmesurada como incierta.

SEIS. El manso Sevilla del humillado Del Nido se impuso con comodidad al dePreciado Sporting, y el Villarreal obtuvo una pírrica y balsámica victoria frente a los herculanos que vencieron al conglomerado péptido en el Camp Mou. Qué noche tan bella y límpida la de aquel año.

SIETE. Y termino con nuestra inmensa alegría por la clasificación del Schalke de Raúl para la final de la Bundescopondeumtung en la que está siendo una de sus mejores campañas futbolísticas. ¡¡Qué grande!! Necesitamos que remate su gran temporada pasando a cuartos de la Champions dejando fuera de la competición al Valencia. ¿Conseguirá la proeza? Lo veremos.