EL REAL MADRID MANTIENE EL PULSO DE LA LIGA Y ESPERA IMPACIENTE SU CITA CON LA HISTORIA

El Real Madrid firmó en su pasado encuentro contra el Racing una de las primeras partes más primorosas de toda la temporada. Velocidad, técnica, haciendo correr el balón con una precisión inusual. Todo salió bien y las sensaciones fueron inmejorables. Se equivocan quienes piensan que esa forma de jugar no es compatible con el concurso de nuestra gran figura, Cristiano, un jugador tan bueno, tan completo y perfecto que no puede sino mejorar lo ya de por sí difícilmente mejorable. Contra el Hércules, verdugo del waka Braça en la Liga durante la primera vuelta, se repitió la historia y el Madrid ganó fácil, jugando a medio gas. El equipo llega, pues, en óptimas condiciones para afrontar su crucial partido de octavos en la liga de campeones, y es justo en ese punto de no retorno donde tal vez recupere las esencias de sí mismo, transformándolo en efectivo y eficaz point of know return. Ahora bien, ¿qué decisión tomará Mourinho? ¿Volvemos al doble pivote con Lass o mantenemos a Granero? Qué bueno es tener varias alternativas de juego en función de las exigencias del nuevo guión. Quizá contra el Lyon repita el esquema que tan óptimos resultados le dio ante el equipo de Santander y haga el cambio de meter a Cristiano por Adebayor. Ya veremos.

Ecos europeos. El waka Brasa jugó mejor que el Arsenal, nadie lo duda, pero se aprovechó de una injusta decisión arbitral que dejó a los de Wenger con diez jugadores sobre el terreno de juego. Pero me gustaría destacar aspectos muy positivos y aprovechables para los intereses blancos, los que nos animan cada semana a regalaros esta humilde columna blanca. En primer lugar el deseo de un hipotético cruce en cuartos con los shakiros, más crecidos y engreídos que nunca. “Haz lo que temes, y el temor desaparecerá”, afirmaba Krishnamurti. Y es cierto. Necesitamos vencer al Brasa Footer Club en una competición situada al máximo nivel de exigencia deportiva y psicológica. Eso puede ser el principio de su fin. Corremos el riesgo de caer en el intento, pero lo importante es asumir la responsabilidad, apropiarse anímicamente del reto, arrastrando el temor por lo sucedido durante los pasados enfrentamientos para ponerlo sobre un rectángulo donde acabar definitivamente con los propios fantasmas. Es el momento propicio. Así que mi deseo está clarinete: que nos toque el conglomerado péptido en el cruce de cuartos. ¿En Liga? Anoche salió con una buena “piquedura” Del Nido de víboras sevillista, y se sitúa con cinco puntos sobre el Madrid. En la rueda de prensa Pep dice que nadie pensaba estar a estas alturas a doce puntos contando con el tremendo poder de su rival. ¡¡Uyyyyyy qué sutil!! El poder, amigo Pep, es el que te permite pasar eliminatorias europeas de forma escandalosa. Pero tranquilo, que la liga la tienes prácticamente en el bolsillo, no así las copas que pensamos arrebatarte en buena lid.

Luego está el controvertido tema de las afinidades electivas cuando entran en lidia equipos españoles en competiciones supranacionales. Un tal Abidal lo dijo muy claro a la conclusión del partido contra el Arsenal: quiero que gane el Lyon y elimine al Madrid. Me quito el cráneo (a falta de sombrero). Y es que lleva razón. Ya estamos hartos de tanta declaración hipócrita al respecto. De los pocos que mantenían la coherencia con el aficionado dentro de la casa blanca era Gutiérrez, a quien no le dolían prendas en reconocer su predilección por las derrotas culés. Obvio. Así que sobran las palabras de Butragueño enfatizando la españolidad del Braça, ese chovinismo lelo ya no cuela. Queremos que pierda nuestro rival directo, por supuesto, y si somos nosotros quienes encima podemos infligirles la derrota –cuanto más dolorosa más se disfruta– pues muchísimo mejor. Así que nada que objetar a las sinceras palabras de Abidal. Pero que sepas que siempre, siempre te desearemos lo mismo, un pronto y efectivo derrumbamiento con todo el equipo. ¿Cómo? ¿Que yo no quiero que los pepones queden primeros? Falso de toda falsedad: deseo que sean primeros… pero de Segunda (B, si es posible). Por cierto, ¿por qué la polémica con Piqué alias “el shakiro”? ¡¡Dejen al muchacho que viva su vida privada como le dé la real gana!! Eso sí, si la asonada futbolera va dirigida contra su pésimo gusto musical entonces me callo. Y otra cosa, Puyol, bonico (es un decir), controla un poco tu irrefrenable estilo imprecatorio que hay niños viendo la teleceguera. Respecto a Guardiola, ¡¡bien!! Por fin ha demostrado algo de lo que realmente es. Hemos ganado a un equipo que no ha dado ni tres pases, enfados, prepotencia, engreimiento, superioridad asumida y presumida. Así que nuevas muestras inequívocas de prepotente desprecio por parte de Puyol (más tabernícola que nunca desde la grada) y Pep (chulesco y agresivo en sus declaraciones), y es que por desgracia –yo creo que por fortuna– las máscaras protectoras no suelen durar mucho bajo presión.

En suma, y que esto ojalá sirva de prevención para la próxima eliminatoria, el Brasa Footer logró la clasificación gracias a la inestimable ayuda arbitral cristalizada en forma de expulsión absolutamente injusta y desproporcionada  de Van Persie, que dejó a su equipo mermado tras haber logrado lo más difícil, el empate que les daba el pasaporte a cuartos. Otra sospechosa eliminatoria a la Bussaca.

En otro desorden de cosas, el Atlético de Madrid prosigue su imparable recuperación. Por un lado se exhibió hace una semana frente a un Villarreal al que se la ha terminado definitivamente el resuello en liga (esta jornada tablas con el Sporting), y por otro sacó un importante empate en un campo difícil como sin duda lo es el del Almería. Eso sí, en el derbi llegarán  más frescos que nosotros y será complicado arrancar una victoria del Calderón. Apelamos a una relajación in (los) extremis del área chica.

¿El Málaga? Bueno, conviene no hacer más leña del árbol caído. Pero lo ocurrido con su denostado entrenador, Pelle, el Conquistado, ha superado todas nuestras expectativas. Él mismo acabó retratándose con unas declaraciones indignas de un profesional que se respete a sí mismo y a su club. La derrota contra el Osasuna le dejó muy tocado, pero al menos ha logrado recuperarse un poco cosechando un importante triunfo contra la Real Sociedad. Lo tiene crudo.

Extrajo un valiosísimo empate el Athletic de su visita al Coliseum, bajo un aguacero imperial, y contra un Getafe venido a menos que tendrá que luchar por la permanencia más de lo inicialmente previsto. El próximo fin de semana los  azulones visitan el Camp Mou. Glup.

¿El Valencia? Ahora mismo totalmente hundido tras su pavorosa eliminación a manos de Raúl y la estrepitosa paliza propinada por el Zaragoza. ¿Ganar este año algo con Unai? Nanai. ¿Qué opináis?