EL REAL MADRID COMIENZA SU PREPARACIÓN PARA LOS GRANDES DESAFÍOS COPEROS VENCIENDO Y CONVENCIENDO EN SU ESTADIO

Partido cómodo y terapéutico el que disputó el Madrid el pasado Domingo frente a una Real Sociedad tan valiente como inexperta, pero de la que es preciso elogiar su atrevimiento y arrojo a la hora de plantear un partido que desde el minuto uno apuntaba a un claro triunfo blanco. Y es que Mou rotó, y los cambios que introdujo dieron nueva movilidad en el centro del campo y, sobre todo, en la línea de ataque, con un Kaká en pleno proceso de recuperación para el fútbol de alto nivel y un Özil etéreo y majestuoso capaz de encontrar espacios que para otros futbolistas sencillamente no existen. También nuestro gran Cristiano hizo acto de presencia con dos soberbios goles, disipando de un plumazo absurdas dudas sobre su actual rendimiento, la misma cantinela de principio de temporada que el crack se encarga siempre de zanjar de la mejor forma posible. Mou tiene razón al comentar la tremenda presión que existe sobre su pupilo, y solo un hombre de su fortaleza, profesionalidad, talento y firme entereza sería capaz de soportar tantas pullas dentro y fuera del terreno de juego, y él lo hace cada día, cada sábado o domingo, cada partido en el que los malintencionados y vociferantes adversarios tratan inútilmente de socavar su reputado prestigio. Bravo Cristiano, no pares de demostrar lo bueno que eres y el excepcional jugador que todos tenemos el privilegio de disfrutar.

Da la sensación de que Mourinho ya está preparando los decisivos encuentros donde realmente se jugará la temporada. Pero como muy bien ha señalado, y mucho venimos sosteniendo desde el comienzo de esta campaña, éste no deja de ser un equipo en pleno proceso de construcción, y las estructuras asentadas acabarán dando solidez y flexibilidad a un proyecto que promete grandes éxitos deportivos a medio y largo plazo. Y si encima este mismo año se gana Copa del Rey, Liga o Champions, pues mejor que mejor, a nadie le amarga un dulce, no digamos dos o tres. Pero lo realmente importante es creer en el trabajo que se está llevando a cabo día a día, con una finalidad clara de estabilidad y proyección hacia la continuada consecución de títulos.

¿Más? Preocupa y mucho la situación del Atlético de Madrid, con una fractura absoluta entre entrenador y plantilla, sin confianza y con un futuro bastante negro en el horizonte. La próxima visita es la del Valencia, una nueva derrota tal vez precipitaría la salida del club de Quique Sánchez Flores, un entrenador superado por los acontecimientos y que no deja de enviar mensajes derrotistas a su propia afición (y aflicción). Esperamos que la situación se reconduzca adecuadamente y el Atlético recupere muy pronto el lugar que merece dentro del fútbol nacional e internacional (es el actual campeón de la Supercopa de Europa, que nadie lo olvide). El enfrentamiento contra el Barcelona mostró muchas de sus debilidades, pero en absoluto firmó un pésimo partido, al contrario, tras encajar dos goles tuvo en su mano recortar distancias y le plantó cara al todopoderoso coincidiendo con la entrada de Forlán en el campo. No mereció el equipo colchonero un resultado tan abultado (tres goles, tres auténticos churros), y la sensación es de que se podían haber puesto las cosas mucho más difíciles para los shakiros (romance Shakira-Piqué fotoconfirmado), conjunto totalmente dependiente de los goles de Messi, y cuya combinatoria atacante sigue tejiendo una asfixiante red sobre sus presas que la estrategia diseñada entre Chamartín y Valdebebas tratará por todos los medios de conjurar.

El cuco Sevilla, que todavía anda entonando su particular vidalita, no pudo pasar del empate frente al colista de Pelle, el Conquistado; y el Villarreal, eterna promesa, cayó en su feudo superado por un Levante que ya está a un punto del Deportivo, y que a buen seguro se aferrará a sus posibilidades de salvación con uñas y puñales, como así también el resto de los implicados en la zona caliente del descenso, lo que promete ofrecernos, a falta de otros alicientes en la parte alta de la tabla, sensaciones de auténtico infarto. A partir de ahora, cuidado con los marcapasos. ¿Qué opináis?