EL MADRID SIGUE CRECIENDO EN UNA LIGA LIDERADA POR UN INCREÍBLE LEVANTE

Ya empiezan a correr buenos tiempos para la lírica, al menos la deportiva. Nuestro nunca lo suficientemente criticado y denostado waka Brasa, el rey de la Farsa, comienza a dar preocupantes (y estupendos) signos de agotamiento mientras como ruido de fondo ya van sonando las esquilas del rebaño asperjador, en cuyo horizonte futbolístico nos parece distinguir un rostro taciturno y cabizbajo, como un rostro compungido, el mismo Don Pepinho situado como dardero para sus propias y enconadas hordas de ciegos seguidores. Los últimos resultados obtenidos han hecho sonar todas las alarmas en el teatro de las pesadillas, allí donde se acumulan -y no necesariamente por este orden- signos tan llamativos como agotamientos varios, jugadores transidos, público ahíto de sobe y toque, lesiones musculares por falta de preparación y trabajo y, como guinda grana, vergonzosos patrocinios que ya ocupan por sí mismos un lugar destacado, qué digo, absolutamente privilegiado en la historia futbolera de la infamia. Pero los sucesos ocurridos en el partido contra el Sevilla (¡¡bravo Varas!!) quitan la máscara a tanta simulación y mentira coordinada. El árbitro no ve la jugada, el linier no ha dicho nada y, en consecuencia, ¡¡pitan el penalti!! Dudosísimo, por cierto, pues el pobre (es un decir) Iniesta parece haber asimilado bien los trampantojos de Alves y se convierte en alumno aventajado en la escuela de la Farsa. Pero la justicia no se esfumó en esta ocasión del Camp Mou y el segundo mejor jugador del mundo falló la pena máxima, que no fue ninguna pena, al contrario, sino una alegría maravillosa para todos los amantes del juego limpio. Tampoco fue muy limpio lo que de palabra y obra Cesc escupió a Kanouté, pero también eso es marca de la casa, y si no que se lo pregunten al banquillo del Madrid cuando recibieron todo tipo de improperios e insultos graves en la final de la SuperCup. Pero hagamos memoria: un tal “Pito” vomitando exabruptos, entrenador faramallero provocando en la casa del rival, cortes de manga del Can(cerbero), balonazos al público, gargajos al rival, insultos, coacción a los árbitros, un estadio que lanza cabezas de cochinillo, mecherazos, botellazos, o que directamente el equipo no se presente a cierta competición y que, en consecuencia, nunca cumpla las sanciones impuestas (cuando a alguien sensato le ha dado por ponérselas, lo cual no es precisamente lo habitual), etc. Todo un esperpento deportivo dentro de esta Liga con nombre de banco que se desconcha sin remedio y cuyo reino tiránico lo ejercen oscuros directivos y poderosos medios de desinformación que no conocen más lealtad que la de la pasta. Y es que la furia con la que los medios barcelonistas arremeten contra la figura de Mou solo es explicable teniendo en cuenta las lealtades y adherencias que despertaba este entrenador cuando se le quiso fichar a toda costa y a costa de la figura del hoy reverenciado Don Pepinho. Pero así es la vida y los que hoy te adoran mañana pueden acabar clavándote un puñal por la espalda, y si no que se lo digan a Julio César o a ZP. ¿Pintan bastos para el entrenador? Si no ganas amigo, esos mismos que ahora te adulan y lamen tus pisadas acabarán retorciéndote (¡ay!) las verijas.

¿Más? Pues que el Real Madrid carbura perfectamente, y que el gran CRISTIANO, el mejor jugador del mundo mundial, continúa sobreponiéndose a toda forma de agresión y ataque, en lo más alto de la tabla de goleadores empatado con el astro argentino -que en Argentina es un desastre-, dando asistencias prodigiosas, ayudando a sus compañeros a mejorar dentro y fuera del campo, demostrando, en fin, que la excelencia profesional solo se consigue a base de talento pero sobre todo de esfuerzo y trabajo continuo, olvidándose en todo momento del ruido de fondo provocado por el insoportable zumbido de la cháchara mediática. También sorprende el momentáneo liderato del LEVANTE, al que no hay que restarle ningún mérito, y más si cabe con una plantilla bien madurita y un presupuesto ridículo en comparación con los grandes del fútbol español. Lo cual demuestra que Zidane hubiera tenido más recorrido dentro del Madrid si no hubiera sucumbido a la trampa verbal que le tendió un ascendiente conductual de Fábregas. Por otro lado, y para ir terminado, el Getafe continúa su lento proceso de recuperación, el Rayo Vallecano atesora la calidad de un nuevo Lass, y el Atlético de Madrid sigue empeñado en demostrar a su afición que la buenas sensaciones iniciales fueron solo un bello espejismo. Este equipo tiene una gran plantilla y me temo que le falta confiar en sus verdaderas posibilidades de éxito. Manzano puede y debe recuperar al grupo trabajando el aspecto psicológico y estabilizando el once titular. Confiemos en que así lo piense y haga.

Mañana el Madrid se enfrenta al Villarreal en el Bernabéu. No nos fiamos ni un pelo extraído de la cabeza de Roberto Carlos. Tras la exhibición frente al desnortado (mejor desurtado) Málaga de Pelle, el Conquistado, podría instalarse cierta relajación en la plantilla de la que indudablemente se aprovecharía un Villarreal en horas bajas pero que encierra un gran talento futbolístico entre sus jugadores. No va a ser fácil, al menos no tanto como a muchos les gustaría suponer. Y cerramos con una pregunta trascendente: ¿Sahin es real o es un holograma perfilado para un juego de la Play?