EL MADRID CONSIGUE UNA COMPLICADA VICTORIA EN EL COLISEUM ALFONSO PÉREZ DE GETAFE

La Liga ha vuelto, la competición máxima, las grandes emociones, esperanzas, frustraciones y derrotas: vuelve la Vida. O algo más grande que la propia vida, que lo mismo que el arte la decanta y nos agita el corazón con esas esencias extraídas. Pareciera no obstante que la vida sigue igual. Los dos colosos que encabezan la clasificación ganaron no sin excesivas dificultades sus respectivos encuentros, dejando al resto que dirimieran sus diferencias en otra escala de valores. Por arriba la temperatura se incrementa con el transcurso de cada jornada, y los azulgranados lo pasaron realmente mal para aguantar un resultado que les dio la victoria por la mínima, pidiendo la conclusión del partido frente a un Levante al que le birlaron un penalti como la copa de un pino gigante. ¿Cómo puede no verse esa flagrante infracción? Es la norma. Los equipos ya están habituados a que los asperjadores les roben la cartera a base de oportunas y escandalosas ayudas arbitrales, y desgraciadamente esto no tiene pinta de que la situación vaya a cambiar mucho. Si queremos ganar la liga, tendremos que luchar contra esa maldición que parece no tener fin. Como tampoco parece tenerlo la estratosférica racha de victorias firmada por este nuevo Real Madrid de Mourinho, al que definitivamente se le cae Higuaín de la temporada, y que tal vez se plantee ahora la conveniencia de fichar un nueve de repuesto o, quién sabe, alimentar la medular con algún apoyo a Alonso. El caso es que la victoria lograda en el feudo getafense no fue sencilla, antes al contrario hubo de sufrirse mucho en algunas fases del partido, y hasta en ciertos instantes estuvo más cerca la posibilidad del empate, lo que hubiera supuesto un adiós definitivo al campeonato nacional, que de la victoria merengue, cosa que afortunadamente se produjo gracias a la aparición estelar del de siempre, una bestia imparable, un depredador con hambre de gol que responde al glorioso nombre de CRISTIANO RONALDO, nuestro admirado crack que continúa regalándonos tardes de gloria como si fuera lo más normal del mundo. Sus números hacen palidecer hasta lo más granado del planeta fútbol. Pero hay que ponerse las pilas y volver a recuperar la forma agresiva cuanto antes, porque en el Coliseum sí pudo constatarse una cierta relajación que casi nos cuesta el partido y la Liga. Queda mucha tela por cortar: el Barcelona ha de pasar su particular via crucis liguero bajando sensiblemente su rendimiento, tal vez los árbitros, hartos de tanta crítica, se decidan a no beneficiar impune y sistemáticamente al mismo, y el Madrid encuentre por fin ese tono de juego que le permita no desgastarse en Liga, plantarse en la final de la Champions, y desquitarse de sus humillantes derrotas encajadas bajo la férula de su eterno rival.

¿El resto? El Atlético de Madrid solo pudo empatar en su casa contra el Racing, y el Sporting parece abocado a la segunda división, cosa de la que supo aprovecharse el Málaga de Pelle, el Conquistado, al que no paran de comprarle jugadores en el mercado de Invierno. El Valencia ganó de forma totalmente injusta al Español (¿alguna queja de los árbitros? Esperamos ansiosos las declaraciones de Albelda), y el árbitro también fue excesivo protagonista en el encuentro que el Deportivo le levantó a los leones de San Mamés. Esto se pone cada vez mejor. ¿Qué opináis?