Conservar el vino

TIEMPO ÓPTIMO DE CONSUMO
Se lía frecuentemente el consumidor con la información que recibe, no siempre completa, sobre el momento óptimo de consumo de los distintos vinos.


Las reglas básicas a seguir son las siguientes:

- vinos jóvenes: blancos y tintos. Deben consumirse en el año y como mucho en dos años, es decir en el año 2000 debemos beber el 99 y 98. En el caso de tintos jóvenes el vino podrá seguramente aguantar un par de años más, pero ya pasadito.

- Vinos de Crianza, Reserva y Gran Reserva: la tendencia actual es que este tipo de vinos salgan al mercado en condiciones óptimas de consumo, y se mantengan durante un periodo razonable no superior a 5 años en el caso de los crianzas, y de 10 a 15 años en el caso de reservas y grandes reservas.. Esto es aplicable tanto para blancos como para tintos. No obstante en determinadas zonas de vinos muy fuertes y resistentes al tiempo ( Priorato , Ribera de Duero) y en determinados años especialmente buenos, los plazos de una buena conservación pueden alargarse.

Como regla general Grandes vinos de verdad, se pueden conservar de 25 a 50 años, pero muy pocos superan esta prueba y ello en condiciones óptimas de temperatura y humedad., y cambiando el corcho (ante notario a ser posible) cada 20 años.

Todo esto es importante pués todo el trabajo del enólogo en bodega puede irse a pique por un consumo inadecuado. El efecto suele ser tanto más sangrante cuanto más cara o famosa es la bodega. En estos casos el aficionado conserva la botella, generalmente con el objetivo de beberla en la boda de la hija recién nacida, periodo de tiempo que (si hay suerte) puede oscilar entre los 25 y 40 años antes de que el desventurado padre decida beberla . Otro sangrante crimen es el timo del cliente tonto, practicado por la restauración a sabiendas (¿ o no?) de la liquidación de stocks. La casa nos recomendará ceremoniosamente un vino blanco joven de hace 6 años, un crianza de hace 20 y un clarete de 15 años. Pero el más temible es la llamada "botella cara de regalo": del enfermo al médico, del médico al asesor fiscal, del asesor fiscal al industrial, del industrial al enfermo que reiniciará el proceso con alguna nueva dolencia.