ALGUIEN VOLÓ SOBRE DEL NIDO… Y LE DIERON POR EL CUCO

Se nos viene encima una finalísima tremenda. Anoche tuve el privilegio de poder ver las dos semifinales con el mejor analista que uno pueda conocer en esto del fútbol, nuestro admirado y querido ANTONIO FERNÁNDEZ, y a través de sus interrogantes, preguntas, sugerencias y respuestas tuve consciencia de lo complicadísimo que resulta ponerse en la piel de un entrenador de fútbol, y la enorme cantidad de condicionantes que deben ser tenidos en cuenta a la hora de plantear las horas previas a un partido decisivo. A todo ello le daremos forma como entrevista antes de la Gran Final que, si nada raro sucede, enfrentará a los dos gigantes europeos en un partido que a buen seguro marcará un antes y un después en la trayectoria futura de ambos equipos.

El Real Madrid de nuevo planteó un partido muy serio en defensa en medio de un territorio hostil que un sector lamentable del sevillismo se había encargado de calentar innecesariamente. El chulo, prepotente, y burdégano presidente del Sevilla había prohijado las primitivas imágenes de un patético vídeo provocador, al que con habilidad e inteligencia ignoró el entrenador del Madrid, en un gesto que le honra y le coloca moralmente muy por encima de su adversario deportivo. Así las cosas, el Sevilla dobló la rodilla, y a punto estuvo de sufrir un serio correctivo de no ser por los incomprensibles fallos cometidos por los arietes blancos. Nuestro crack Cristiano ya está pidiendo a gritos un poco de descanso. Mou ha de comenzar con las rotaciones en liga si quiere llegar con opciones a los grandes desafíos. Eso sí, los merengues ya tienen puesto pie y medio en la finalísima de la King’s Cup, y solo una catástrofe de cósmicas dimensiones podría privarles de esa nueva oportunidad histórica. ¡¡Golazo impresionante de Benzema!! ¡¡Vamos!!

¿El Barcelona? Más de lo mismo. Arrasando a su rival y metiendo miedo a sus próximos rivales, que previendo un vendaval de  juego y goles optarán por ir reservándose para sus verdaderas ligas. Pero en una final, a un solo partido, en un escenario global, con millones de telespectadores de todo el planeta, ¿cómo planteará Mourinho el trascendental encuentro? Habrá tiempo para especular sobre todo ello. El tormento y el éxtasis están cada vez más cerca. ¿Qué opináis?